“Irresponsable permisividad”
He vuelto a leer el mensaje
del gran jefe Seattle al presidente yanqui en 1855 cuando éste pretendió
comprarle sus tierras y confinar a su tribu en una reserva. Su alegato lo
define esta frase “nosotros somos una parte de la tierra”. Lo escribió a mediados del siglo XIX pero aún expresa una
visión de la naturaleza que puede trasladarse a lo que muchos pensamos que son Las
Merindades. «Esta tierra es sagrada para
nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los
ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados…Trata a su
madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser
compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito
devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.»
Tras releerlo me puse a
juntar palabras, unas pocas horas antes que en Paris se reuniera la cumbre del
clima. Y cuanto más avanzaba en el texto más miedo me daba lo que mi mente
ordenaba que mis dedos escribieran. Pensaba al tiempo del tecleo que no es
cumbre lo que se necesita sino sentido común. Y ese sentido común no parece que
hará acto de presencia en la Ciudad de la Luz. No lo hará pues quienes allí
acuden lo hacen manejados por hilos de oscuros intereses a los que no pueden desobedecer.
Me acongoja saber que Mario Rajoy será uno de los que han de decidir cuál será
nuestro futuro medioambiental para los próximos años o quizás para siempre. Sí,
el ínclito señor del plasma y comentador deportivo. Ese, el que en lugar de
energías limpias apuesta por reabrir Garoña o dejar Las Merindades como un
queso gruyer con el fracking para gloria y beneficio de nativos especuladores y
canadienses mercaderes de destrucción y ruina.
Marianocho Recortes será uno
de los obedientes que levantará la mano para aprobar un acuerdo de intenciones
que no tendrá calendario de actuación ni cumplimiento. En resumen la cumbre se
convierte en la cumbre del negocio. Una vez más será el claro ejemplo de la
irresponsable permisividad con la que se decide el futuro del planeta. Esa
misma actitud irresponsable que carece del principio de prudencia que en las
decisiones han de tener los representantes del pueblo. Aquí ya lo tenemos
claro. La imprudencia fue la que decidió aprobar las autorizaciones de fracking
en España. Conviene recordar en fechas tan señaladas, que de las 14
autorizaciones de investigación y concesión de fracking aprobadas en el
territorio de Castilla y León, 12 de ellas las aprobó el gobierno de ZP, aunque
no es menos cierto que el silencio cómplice del PP durante estos años nada ha
hecho por evitar el desastre. Es más, uno tras otro todos los intentos de los
arrepentidos socialistas por frenar el asunto en Valladolid o Madrid, han sido
vetados por los populares demostrado así su interesada defensa de la
barbaridad. Pero si nos centramos en nuestra comarca y en concreto en
Villarcayo, es seguro que si se hubiera escuchado a la oposición desde el
primer momento o aquella que podía pelear desde la presidencia de la comisión
de medio ambiente de las cortes de Castilla y León lo hubiera hecho, tal y como
pedíamos los vecinos, seguramente ahora no estaríamos en tan peligrosa
situación.
Es por eso que cada día
tengo más claro que nadie nos defiende allí donde se decide. Es duro comprobar
que cuando toca tomar una decisión para nosotros crucial, se pelean por ver
quien cobra sueldo, hasta los recién llegados de Podemos se preocupan más de su
poltrona que hacer que Castilla y León se libre del fracking. Debemos seriamente
en este punto decidir si seguimos formando parte de esta farsa o marcharnos y
luchar solos por defender Las Merindades.
Sigo y seguiré defendiendo
el noble arte de insistir, como uno más de los cientos de insistencialistas que
viven en esta noble tierra de la España del divorcio entre el pueblo y las
minorías dirigentes, esas que quieren hacernos sentir como los afortunados del
gas. Yo prefiero hacer caso al amigo Sancho Panza: «…he oído decir que esta que llaman
por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo ciega, y, así,
no ve lo que hace, ni sabe a quién derriba ni a quién ensalza..» (Cap. LXVI Libro II). Por cierto, piensa de verdad lo
que haces el 20D. Buenas fiestas tengas y disfrutes. Salud.
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