“Fractura”


No conozco acepción alguna de fractura que sea positiva. Cuando alguien usa ese término, rápido te viene a la cabeza algo roto o que se romperá irremediablemente. Es más si utilizamos su verbo el significado ya es demoledor: “Romper o quebrantar con violencia algo”. Ya solo por eso, por su nombre, hace pensar que nada bueno hay detrás de esa cosa con la que pretenden fracturarnos las entrañas.
 
Comentaba Alfonso, ese sabio vendedor de chiquitos de cuatro hojas, que para tener razón tienes que demostrarla y además te la tienen que dar. Cuan verdad como siempre existe es sus trastabilladas reflexiones. El maná gasístico, como nos lo venden aquellos que quieren darnos por aquel lugar donde la espalda pierde su noble nombre, es el cuento de la lechera, aquella cándida pastorcita que tanto soñar con riquezas, fracturó en cántaro. Un petróleo barato, está haciendo que la industria del fracking empiece a fracturarse. Y aunque este precio se recupere, las consecuencias de estos meses de caída de la demanda por el parón del consumo de gigante chino, harán que no se recuperen muchas de las industrias que han cerrado, despedido al personal o directamente han quebrado. 
 
Y aunque tenemos la razón, como dice Alfonso, tenemos que demostrar que es así. A lo ya dicho de la situación de fractura económica del negocio, cada día aparecen nuevas razones que demuestran que el fracking fractura todo lo que toca. Algunos opinan que la máquina herramienta necesaria para este asunto generará riqueza y empleo. Nada más lejos de la realidad. Los componentes vendrán de yanquilandía, de aquellas instalaciones que se están desmantelando día tras día. Vendrán como chatarra de segunda mano que aquí ajustaran y montaran un puñado de obreros especializados, también yanquis, también de segunda mano. La poca mano de obra necesaria será empleo temporal precario, mal pagado y nada especializado. Pero por estas tierras habrá tambien quienes saquen beneficiados  y serán los de las canteras, los vendedores de combustible, las plantas de hormigón y los camiones de transporte. Aunque todo ello será temporal y precario, como todo. Para el resto ya sabemos lo que nos traerá, fractura social, fractura económica, fractura de la salud, fractura patrimonial y fractura medioambiental. En definitiva el fracking o fractura hidráulica nos fracturara la vida y el futuro, acabando con aquello que heredamos. Estas y otras muchas cosas creo demuestran que tenemos razón para no querer ninguna de esas fracturas, ni aquí ni en ningún sitio.
 
Pero también es cierto que esa razón que tenemos nos la tiene que dar y ese es el problema. Aquellos que tienen la decisión en sus manos no parecen estar por la labor. Aquellos que deciden por nosotros, aquellos que nos representan, son juez y parte en este litigio. Protegen al chatarrero. Nada les importamos pues somos un puñado de votos. Por eso el 12 de septiembre, nos manifestamos. Tenemos que hacer honor a nuestra historia y como pueblo de behetrías debemos exigir liberarnos del yugo feudal que nos gobierna. El 12 de septiembre tenemos que decirle a Herrera, Soria y Rajoy que esta tierra ya lucho durante 200 años para lograr ser libre de señores feudales y lucharemos otros 200 si hace falta para conseguir unas Merindades de Castilla Vieja libres de fracking, libres de fractura hidráulica. Otros ya lo han conseguido, nosotros también lo haremos. Y si no en noviembre o diciembre se lo diremos en las urnas. Porque no es cuestión de locura insensata, de anhelos irreprimibles; es una cuestión de razón y justicia.
 
Aquí acabo el corrido citando una vez más las sabias palabras del Caballero de la Triste Figura que con su mente soñadora y en sus destellos de lucidez habla de esta manera a su fiel Sancho, tras la aventura de la cueva de Montesinos: «Como me quieres bien, Sancho, hablas desa manera, y como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad te parecen imposibles; pero andará el tiempo, como otra vez he dicho, y yo te contaré algunas de las que allá abajo he visto, que te harán creer las que aquí he contado, cuya verdad ni admite réplica ni disputa » (Cap. XXIII Libro II). Salud. #12SFrackingNO. Acude.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“El hombre que salvo a un País variable”

“ la ingratitud es hija de la soberbia ”

“Bodas de lata”