Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2015

Derecho a Decidir

Creo que es el momento de que Las Merindades exijan su derecho a decidir y que los diferentes gobiernos sepan cual es el sentir de los habitantes, vecinos y visitantes sobre el Fracking. Debemos instar a las administraciones competentes la celebración de un referéndum vinculante para evitar la tragedia social, medioambiental, cultural e histórica que supondría la implantación de esta técnica sobre este noble territorio, Cuna de Castilla, de España y de nuestra cultura común. Debemos exigir a nuestros ayuntamiento un pronunciamiento claro y contundente, sin ambigüedades e hipocresía de rechazo sobre esta técnica para aquí ni para ningún otro sitio. Debemos solicitar la colocación de pancartas o signos claros y evidentes de ese rechazo en nuestros edificios mas significativos. La falta de acción significará el fin para esta tierra, la despoblación absoluta y la perdida irreparable de un medio natural privilegiado tomado prestado de nuestros hijos y heredado de nuestros ance

"Mira no me engañes"

     Era principios de la década de 1990 cuando los países desarrollados entraron en una crisis económica y financiera que se alargó 7 años y cuyo origen fue el reventón de la burbuja inmobiliaria de Japón y que agravó la guerra del Golfo y sus consecuencias en las tensiones del precio del petróleo. En España, como las cosas vienen en diferido, gracias a la inversión pública entre 1990 y 1992 para levantar la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona, la cosa se dejó sentir dos años más tarde, pero a lo bestia. En solo dos años (93 y 94) pasamos del 17 a más del 24% del paro y el País sin un duro. Las cifras macroeconómicas que manejaba el gobierno de Felipe González eran alarmantes. La recesión no se podía parar, no había inversión y los beneficios de las empresas caían día tras día. El gobierno se aferró a fuertes inversiones públicas para atajar la sangría que en 1995 empezó a remitir, bajando el paro y con números positivos de crecimiento. Ya en 1996 Aznar llegó a la Mo