“Cuando se puede evitar un mal es necedad aceptarlo”
Las recientes declaraciones del Ministro de Industria,
José Manual Soria, indicando que no está asegurado el Plan Garoña para el 2.013
no hace más que poner a las claras lo poco que les importamos a los que mandan
en Madrid y parece que tampoco a los que aquí mandan. Las declaraciones de
Soria parecen ser más que una pataleta de un necio que actúa movido por la por
la ignorancia, la imprudencia o la presunción. Parece claro que cuando el PP
ganó las elecciones, prometiendo entre otras cosas que no cerrarían la bomba de
Tobalina y derogando lo aprobado por ZP, su intención real era llevar el dinero
a otra parte y así lo vimos en los presupuesto de 2012 de los cuales desapareció.
Ahora que la espantada de Nuclenor les ha dejado con el culo al aire y con otra
de tantas promesas no cumplidas resulta que Las Merindades se tienen que joder.
Vuelvo a repetir; no es una cuestión de que se tiene o no que cerrar, se trata
de hacer las cosas con criterio, independientemente de quien gobierne. Los
ciudadanos no podemos estar a expensas de pataletas de niño bien. Se cierre en
2013 o en el 4025 algo se tendrá que hacer, algo se tendrá que prever. No como
hasta ahora, yo la cierro, yo la abro. Se hace necesario un plan de
reindustrialización, que evite el impacto sobre las estructuras
socioeconómicas. Pues la realidad es que de lo prometido por el PSOE con el
Plan Garoña (2.350 millones de euros y de ellos 950 millones en inversiones
directas de 2010 a 2013) han llegado escasamente 40 millones y se han generado
53 empleos. Y ahora con el PP quita el plan, se cierra el garito y aquí a
verlas venir. La empresa lloriqueando y los trabajadores engañados por esta y
en la calle.
Pero Soria ya tiene su plan: convertir Las Merindades en
el paraíso del fracking. Llenar nuestra comarca de agujeros, para gloria y
beneficio de una empresa privada llamada trofagas. ¿Y que es eso se
preguntaran?. Pues se trata de reservas de gas que no se encuentran en bolsas
subterráneas, sino que se encuentra fuertemente adherido a las rocas a gran
profundidad. Para extraerlo se inyecta agua mezclada con arena y componentes
químicos a gran presión, lo que consigue que el gas se libere y pueda ser
recogido en la superficie llegando junto a parte del líquido inyectado. Otra
parte queda en el subsuelo, no siendo biodegradable. Otra consideración a tener
en cuenta son las posibles consecuencias de fracturar roca en profundidad, ya
que pueden generar zonas de debilidad e inestables, pudiéndose producir pequeños
terremotos, derrumbes, y con agua, flujos de barro y lodo. Aparte del impacto
que producirían cientos de pozos repartidos por nuestra geografía, aparte del
movimiento de camiones de mercancías por todas las poblaciones y fincas de la
comarca. Ya, ¿pero eso genera empleo y es rentable?. Pues empleo directo no, ya
que se trata de trabajo especializado realizado por empresas sin presencia en
la zona. En empleo indirecto es residual y puede estar en torno al medio
centenar. En cuanto a la rentabilidad, ésta es más que cuestionable ya que
hasta en EEUU, con gran experiencia en hidrocarburos, se han rebajado las
expectativas en una 40%. Además para que sea rentable requiere de múltiples
pozos (se calculan tres pozos en una superficie similar a un campo de futbol) a
lo que se ha de añadir la corta vida de la explotación (se estima una vida útil
de 3 a 5 años)que requiere hacer muchos agujeros para que sea rentable. Todo
ello aderezado y servido una vez más de manera poco transparente y tratando de que
los afectados no nos enteremos. Vamos que pretenden convertir Las Merindades en
un queso de gruyere.
Todo esto ha puesto en alerta a la mayoría de los
ayuntamientos de la comarca (con Medina, Espinosa, Mena y Trespaderne a la
cabeza) posicionándose claramente en contra y apelando al principio de
precaución por delante de cualquier otra consideración. En cambio el PP de
Villarcayo es favorable argumentando la Alcaldesa que no esta «ni a
favor ni en contra, no somos antifracking, sino que estamos a favor de que
resuelvan la ley y los técnicos competentes», por eso rechazaron la moción y por lo tanto se olvidaron
de ese principio de precaución y dejando en manos externas lo que aquí se tenía
que decidir. Vamos lo mismo que con los juzgados. De aquí el título de esta diatriba
y que escribió Publio Terencio el Africano, es de necios aceptar algo que se
puede evitar. Pero eso no quiere decir que no exijamos lo justo para esta
tierra, ya que si no lo hacemos pasaríamos a ser estúpidos, y de eso ya hablé
el mes pasado.
Por eso cuando Sancho Panza le comenta a Don Quijote: «Que
nadie se tome con su gobernador ni con el que le manda, porque saldrá
lastimado, como el que pone el dedo entre dos muelas cordales, y aunque no sean
cordales, como sean muelas, no importa; y a lo que dijere el gobernador, no hay
que replicar… Este le responde: Eso no,
Sancho , que el necio en su casa ni en la ajena sabe nada, a causa que sobre el
cimiento de la necedad no asienta ningún discreto edificio. Y dejemos esto
aquí, Sancho, que si mal gobernares, tuya será la culpa y mía la vergüenza. Mas
consuélome que he hecho lo que debía en aconsejarte con las veras y con la
discreción a mí posible: con esto salgo de mi obligación y de mi promesa. Dios
te guíe, Sancho, y te gobierne en tu gobierno, y a mí me saque del escrúpulo
que me queda que has de dar con toda la ínsula patas arriba». (Cap.43 Libro II). Salud.
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